Este viernes 03 de noviembre de 2023 compartiremos recuerdos de Francisco Gabilondo Soler, Lydia Fernández, piezas musicales de Oaxaca y canciones sobre la tartamudez
Este viernes presentaremos una selección de las primeras grabaciones que hizo Francisco Gabilondo Soler, quien nació el 6 de octubre de 1907 en la ciudad de Orizaba, Estado de Veracruz y falleció el 14 de diciembre de 1990 en Texcoco, Estado de México. Fue un compositor mexicano de canciones infantiles. En 1932 incursiona en la estación de radio XYZ con un programa humorístico y de crítica social, por el cual ganó el apodo de El Guasón del Teclado. Posteriormente el Sr. Othón Vélez le da la oportunidad de presentar canciones para niños. El 15 de octubre de 1934 inicia un nuevo programa de 15 minutos -sin patrocinadores ni publicidad- en la XEW en el que narraba historias sobre animales y otros personajes. A sugerencia del mismo Sr. Vélez, adoptó el nombre de Cri-Cri, El Grillito Cantor. El programa se mantuvo al aire durante 27 años, siendo su última emisión el 30 de julio de 1961.
Oiremos diversas canciones, intérpretes y compositores de Oaxaca. La música del estado de Oaxaca es muy diversa y rica culturalmente ya que se interpretan diversos ritmos dependiendo de la región cultural y geográfica de este. La música oaxaqueña forma parte de la cultura mexicana que se nutre de modos de vida diversos, supone un repertorio de contextos culturales tan diferentes como sus modos y creencias. Los sonidos de Oaxaca son muy variados ya que van desde Bandas de viento en la Sierra; sones y jarabes en la Mixteca; chilenas en la Costa; sones y huapangos en la cuenca del Papaloapan con acompañamiento de arpa y jaranas, música de marimba en el Centro; canciones zapotecas en el Istmo. Algunas canciones son bien conocidas alrededor del mundo, tales como: “La Sandunga”, “La Martiniana”, “La Llorona”, “Canción Mixteca”, “Dios Nunca Muere” y muchas más que forman parte de la cultura mexicana.
Oiremos diversas grabaciones antiguas en 78 rpm que hablan de la tartamudez. La tartamudez es un trastorno del habla, permanente o circunstancial, que se caracteriza por las repeticiones e interrupciones involuntarias en la emisión de palabras y puede ir acompañado de diversos movimientos del rostro y alteraciones respiratorias. Según investigaciones, cuando una persona tartamuda en vez de hablar, canta, su tartamudez desaparece como por arte de magia. Esto es lo que muchos cantantes y hasta actores han utilizado como truco durante años, y es una de las terapias más conocidas frente a los problemas de la tartamudez.
En la sección Ay Jalisco no te rajes, Alberto Ramírez presentará una semblanza de Lydia Fernández, nacida en 1917 en la Perla del Occidente. Tiempo después se trasladó a la capital yucateca Mérida, ciudad donde inició su carrera artística cuando tenía 17 años. La joven Lydia encontró trabajo como cantante en una estación de radio. Era la década de los treinta, época en la que un nuevo género musical denominado “bolero” conquistó al país. Lydia admiraba mucho al compositor tapatío Gonzalo Curiel, cuya fama ya se había esparcido por toda la República. Ella lo quería conocer, y su deseo se cumplió cuando Curiel y su orquesta arribaron a Mérida para participar en el carnaval de la ciudad. Alonso López Méndez, hermano del poeta Ricardo de los mismos apellidos, la presentó al compositor.
Presentaremos la acostumbrada selección musical de rarezas discográficas, además de muchas canciones e intérpretes de antaño que son auténticos garbanzos de a libra.