La música popular mexicana trazuma a canción, porque toda ella está basada en la “melodía”, y nuestros compositores se han distinguido por la belleza de sus melodías de infinita intensidad. Al decir esto, incluyo naturalmente la música bailable que durante largos años del siglo XIX contó con el favor del público. Me refiero a las composiciones de Tomás León, Melesio Morales, Ignacio Tejada, Julio Ituarte, Felipe Villanueva, Benigno de la Torre, Juventino Rosas, Ignacio Tejada, Teófilo Pomar, Ernesto Elorduy, Abundio Martínez, Genaro Codina, Carlos Curti y muchos otros. La canción, para que pueda llamarse así, debe ser una melodía fácil al oído y tan sencilla que puede ser cantada o silbada por cualquier persona después de oírla una o dos veces. La melodía en cualquier parte del mundo, y particularmente en México, seguirá siendo el principio básico de toda canción, como lo ha sido en el largo período que vamos a evocar.
Fragmentos tomados del libro “Historia de la Música Popular en México (1896-1973)”, escrito por Juan S. Garrido.