Escribe Ricardo Lugo Viñas que a Juan García Esquivel era común verlo por las noches, a mediados de los años sesenta, llegar en su límpido Cadillac rojo al Stardust, un prestigioso hotel y casino de Las Vegas. Frank Sinatra lo había invitado a que preparara un espectáculo para presentarlo allí, pues consideraba que todo el mundo debía escuchar esa portentosa música que no se parecía a nada antes hecho; que sonaba al espacio, a sorpresa, a otro mundo. Lo conocían como Esquivel. A su música sin parangón le llamarían de distintas maneras; por ejemplo, space-age pop. Hoy algunos lo consideran el padre de la música lounge e incluso pionero de la electrónica. Por su parte, él alguna vez se refirió a su peculiar estilo como “música sonorámica”. Su nombre completo era Juan García Esquivel. Cuando le preguntaban dónde había nacido, solía contestar sardónicamente: “Algunos dicen que vengo de Marte”. Originario de Tampico, Tamaulipas, llegó a este mundo el 20 de enero de 1918 y muy joven partió a Ciudad de México, donde estudió ingeniería electrónica en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN. Sin embargo, lo suyo siempre fue la música. En 1934, a los dieciséis años de edad, grabó su primer disco con la actriz de cine Beatriz Ramos. Su carrera la comenzó en la estación radiofónica XEW, musicalizando el programa cómico Panzón Panseco, protagonizado por Arturo Manrique. Tremendo director de orquesta, padre de la música lounge, virtuoso pianista, Juan García Esquivel murió en enero de 2002, en su casa de descanso en Jiutepec, Morelos. Hoy es un músico de culto en todo el mundo y vale la pena recordarlo a cien años de su nacimiento. (Fuente: El artículo “Esquivel” del autor Ricardo Lugo Viñas, se publicó en Relatos e Historias en México número 117).
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