Crónica de un viaje por Colombia, la tierra de los coleccionistas de música

Por Orlando Ramírez Casas (ORCASAS)

Especial para Hasta que el Cuerpo Aguante

Medellín, octubre de 2018

Se conocieron en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI), y el suyo se sumó a la cifra de matrimonios surgidos en el lugar de trabajo. No tienen hijos, ni mascotas, pero el hobby de él es una creatura que copa su tiempo y energías extralaborales. “Por lo menos sé con quién sueña, y en qué se gasta su tiempo y su dinero”, dice la esposa, y esa es una certeza que otras esposas no tienen, “porque él no juega, no fuma, no consume licor”. Ella le colabora en sus actividades y le tiene paciencia “yo lo acolito, pero no lo acompaño. Tenemos actividades diferentes, y respetamos el espacio de cada quién”. Él sonríe, y aclara: “Todo mi tiempo extra no lo dedico al programa, porque también estoy pendiente del hogar y saco tiempo para trotar y hacer deporte”.

De ahí que cuando doña Elizabeth Brizuela López le propuso a su esposo don Ernesto Martínez Frausto viajar a Colombia, porque “quiero conocer ese país”, lo que tenía en mente era llegar a Bogotá y visitar el Museo del Oro, subir a los cerros de Guadalupe y Monserrate, hacer turismo por calles y sectores de la ciudad; pero no fue posible porque, tan pronto llegaron, fueron recibidos por el pereirano Alberto Cardona Libreros; que ya tenía programadas entrevistas a mañana y tarde con coleccionistas y melómanos. El turismo quedó para otra ocasión.

La siguiente escala fue Pereira, en donde se proponían permanecer dos días y viajar luego a Cali otros dos. Las entrevistas programadas por el pereirano Juan Carlos Álvarez Echeverri los tuvieron ocupados, y el recorrido turístico junto con el viaje a Cali quedaron para otra ocasión.

Llegaron entonces a Medellín el día domingo 21 de octubre. Eduardo Ceballos Arango los recibió en el aeropuerto Olaya Herrera del centro de la ciudad, y los instaló en el hotel donde a poco Fabio Casas Arango los recogió para iniciar la serie de entrevistas que les tenía programadas, entrevistas que coparon el tiempo de ese día y el del lunes. El martes era el último día de permanencia, puesto que el miércoles viajaron a Cartagena donde Luis Fernando Martínez Marrugo, hijo del bolerista Sofronín Martínez Heredia, ya les tenía contactos con melómanos y coleccionistas. Posiblemente el mar y el turismo por la ciudad amurallada también deberán esperar para otra ocasión.

“El apellido Martínez”, dice el licenciado Ernesto, “es como el apellido Arango. Se lo encuentra uno regado por todas partes”. En esto tiene razón. En cuanto a su segundo apellido, Frausto, es escaso en México, es escaso en España, y es escaso en el mundo entero. Los que lo llevan a duras penas llegan a miles, pero no alcanzan a ser centenares de miles. Hay más Jaramillos en Medellín que Fraustos en el resto del mundo.

Aunque este apellido es escaso en México, se encuentra en Internet información sobre don Francisco Martínez Ayala y doña Zenaida Frausto Avilés, que eran los cuidadores de la primera finca llamada Los Pinos en la población de Tacámbaro, al sur del Estado de Michoacán. Una hija de éstos, de nombre Eva Martínez Frausto, se convirtió en hija adoptiva de doña Manuela Espinosa Barón, nieta de los propietarios originales, y terminó cuidando ésta que fue la casa en donde el General Lázaro Cárdenas conoció a doña Amalia Solórzano, su esposa. Cuando Cárdenas llegó a la presidencia, adquirió una propiedad en la ciudad de México a la que bautizó en recuerdo de la primera, propiedad que podríamos llamar la segunda finca Los Pinos, finca que se convirtió en lugar de residencia campestre oficial de los presidentes mexicanos. “Es curiosa esa coincidencia que usted ha encontrado, pero la señora Eva Martínez Frausto y yo no somos parientes. Se trata de otros Martínez y de otros Fraustos”, dice don Ernesto.

Mientras en Cuba se conmemoraba un nuevo aniversario del asalto al Cuartel Moncada, que fue un hito para el triunfo de la revolución castrista; en la ciudad de Aguascalientes, en México, nacía el 26 de julio de 1970 el Sr. Ernesto Martínez Frausto. Aguascalientes es la ciudad capital del estado del mismo nombre en el centro de México, y fue nombrada así por los españoles debido a las aguas termales que encontraron, aguas que dan nombre al territorio y el gentilicio de aguascaletenses a sus habitantes, pero también un segundo gentilicio que es el de hidrotibios. En eso se parecen a los habitantes del departamento de Antioquia en Colombia, que son antioqueños por gentilicio y paisas por apodo. Claro que el gentilicio de los habitantes de esa región de México no es cosa suficientemente determinada, porque también hay quien los llama agüicalidenses, acuicalitenses, y termopolitanos.

Martínez Frausto estudió Licenciatura en Comunicación e Información, pero mientras cursaba estudios hizo amistad con don José Dávila Rodríguez, que recién estaba creando un programa radial en la emisora universitaria, dedicado a rescatar la música autóctona mexicana. Eso fue en el año de 1993, y era un programa con tres horas de duración desde las diez de la noche de los viernes, hasta la una del amanecer de los días sábados, bautizado con el nombre de “Hasta que el cuerpo aguante”. Después de una larga semana de estudio y de trabajo, el cuerpo reclama a gritos unas horas de sueño, y el programa era una invitación para conciliarlo en compañía de la buena música. Desde los tiempos universitarios don Ernesto empezó a colaborar en el programa con su amigo Dávila, que fue el primer director. A Dávila lo sucedió Ernesto en la dirección y, al día de hoy, veinticinco años después, sigue al frente… Hasta que el cuerpo aguante. Al decir de su excondiscípulo Fabián Muñoz, “Pocos productores de radio en Aguascalientes han demostrado tanto compromiso y tenacidad para mantener su proyecto, que contribuye al rescate y difusión de la música tradicional, como Ernesto Martínez Frausto…”.

El programa se convirtió en un proyecto de vida, pero no es esta su actividad principal porque laboralmente se vinculó al Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI). “El programa lo hago en el tiempo que los compromisos laborales me dejan libre”, dice don Ernesto.

Aunque inicialmente se transmitía desde la emisora cultural de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, pasó luego a originarse en la emisora Estéreo Mendel y actualmente es retransmitido por otras emisoras, incluida la universitaria que le dio originalmente albergue. “Es un programa cultural que se transmite sin patrocinios comerciales y depende de los auxilios presupuestales del Ministerio de Cultura y de las universidades que lo retransmiten, pero no son unos ingresos que den para vivir. Todos los colaboradores lo hacemos por amor al arte, y tenemos necesariamente otras actividades para el diario vivir”. Un intento hubo, que duró por corto tiempo, de emitir el programa de manera comercial, con patrocinios publicitarios. Fue una experiencia que no prosperó.

El equipo de colaboradores que durante la semana prepara el programa lo componen la cantante Liliana Vargas Ortega, junto con Manuel Palestina Méndez y Gerardo Rangel Escobedo. “Entre todos preparamos el material, lo que incluye hacer contactos con los entrevistados, recabar información, preparar un cronograma y un libreto o marco de trabajo. Aparte de eso, tenemos también un blog con artículos relacionados, un archivo virtual con los programas emitidos, una transmisión virtual en tiempo real, un intercambio de mensajes en redes sociales. En resumidas cuentas, el programa es un todo que demanda ingentes cantidades de tiempo y esfuerzo, pero en lo que nos empeñamos con todo el gusto y el entusiasmo a cambio de las satisfacciones obtenidas”. Estas satisfacciones incluyen el reconocimiento de la audiencia en toda América Latina y otros países, y la amistad de múltiples melómanos de todo el continente.

Sintonía virtual:

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Aparte los mencionados colaboradores de planta, el programa tiene colaboradores externos muy importantes, y se menciona por ejemplo a los señores Luis Chapa, Pablo Dueñas, Jesús Flores, Omar Martínez Benavides, y otros, que son investigadores musicales reconocidos. Desde Colombia colaboran el periodista musical Oscar Botero Franco; el ginecólogo Jorge Arango Lopera, que emite su programa “Universo Musical”; el melómano Eduardo Ceballos Arango; el difusor musical Orlando Escobar Echeverri, del programa “Recordando los olvidados”; Juan Carlos Álvarez Echeverri, de Pereira; la Dra. Ester Goeta de Vidal, de Cali; el pereirano Alberto Cardona Libreros, desde Bogotá; y también desde allí el investigador César Pagano con su programa “Conversación en tiempo de bolero”. Don Alberto Sánchez, importante coleccionista de Medellín, ha colaborado en varias oportunidades con material para el programa. “La lista es larga, e incluye colaboradores de Venezuela, Chile, Argentina, Ecuador, y otros países. Gracias a ellos el programa ha podido sostenerse durante tanto tiempo y ha podido conservar una alta calidad, para gusto y disfrute de la multitud de oyentes”. Oyentes como el mencionado Eduardo Ceballos que esté donde esté el viernes a las diez de la noche hace un alto para ponerse a la escucha del programa, venciendo el sueño porque no se permite ir a la cama hasta que el programa termine. Y oyentes como Arturo Bermúdez que, emocionado, se acercó a Martínez Frausto para saludarlo “Porque yo acabo de regresar a este país después de muchos años de vivir en los Estados Unidos, pero tengo más de diez años de escuchar su programa allá y aquí”. Bermúdez no podía creer que la vida le estuviera dando en este momento la oportunidad de saludar en persona a su admirado Ernesto Martínez Frausto, y tomarse una fotografía con él.

Martínez fue presentado por Orlando Ramírez Casas ante la Tertulia de Melómanos Amigos del Salón Málaga, que se reúne los martes de 9 a 11:30 de la mañana, y el auditorio copado por más de setenta miembros se sintió agradecido y halagado por la oportunidad de tener a Ernesto Martínez hablando del programa y repasando nombres como el del compositor aguascaletense por adopción Manuel M. Ponce, que se dedicó más que todo a la música de cámara pero hizo algunos temas de arraigo popular como “Estrellita” (… del lejano cielo, que miras mi dolor…), como “Las mañanitas” (… que cantaba el rey David…), como “La cucaracha” (… Ya no puede caminar…), como “Cielito lindo” (Ese lunar que tienes…), como “A la orilla de un palmar” (… Yo vide una joven bella…). Y al hidrotibio Alfonso Esparza Oteo con su “Rondalla” (En esta noche clara de inquietos luceros…), “Un viejo amor” (Ni se olvida ni se deja…), “No vuelvo a amar” (… Con tan profundo anhelo…), “Dime que sí” (… Y un pedazo de cielo tendré…). Un monumento le debemos los melómanos a ese par de fenómenos musicales, y de hecho hay dos esculturas que homenajean a Manuel M. Ponce en Aguascalientes.

En el cuarto de siglo de existencia del programa “Hasta que el Cuerpo Aguante” es innumerable la cantidad de artistas que han sido reseñados e incluye, obviamente, a los principales compositores y cantantes mexicanos de la primera mitad del siglo XX. Entre los muchísimos artistas de otros países pueden mencionarse también los colombianos Régulo, Alcira, y Carlos Julio Ramírez, junto con Jorge David “Marfil” Monsalve Velásquez, de la vieja guardia; y Rodolfo Aicardi, de épocas más recientes. Más que hacer un listado minucioso cabe la invitación a visitar la página Web del programa, en la que se encuentra un amplio abanico de cantantes, compositores, y temas de interés para satisfacer la necesidad de información de los melómanos.

En el Salón Málaga el Sr. Martínez Frausto tuvo oportunidad de entrevistar a los colomboecuatorianos Julio César Villafuerte, ex integrante del dúo Bowen Villafuerte; y Pepe Triviño, ex integrante de Los Embajadores y del Dueto Ecuador.

Más tarde los visitantes fueron invitados a su casa de tres pisos por el coleccionista Alberto Sánchez Morales y su esposa doña Zulma, que viven en el primero mientras la música ocupa los otros dos (“Y en la finca tengo otro tanto”, dice Sánchez); llevándose los visitantes la sorpresa de que “Lo suyo no es una casa sino un museo musical”. Allí Martínez Frausto se regodeó con la cuantiosa colección plagada de rarezas, con los conocimientos casi fotográficos del coleccionista Sánchez, con la cantidad de fotografías de artistas, documentos, libros, fonógrafos, rocolas, discos de baquelita de 78 r.p.m., discos de vinilo de 33.1/3 r.p.m., matrices fonográficas, y long plays de 16 pulgadas que pueden considerarse como incunables que, como dice don Alberto, “para preservar su sonido sólo pueden tocarse con esta aguja de diamante negro que me fue muy difícil conseguir y tuvo un alto costo en dólares”; además de otros materiales que son producto “de toda una vida de coleccionismo iniciada cuando tenía quince años de edad, hace ya más de sesenta”. Allí el Sr. Martínez y su esposa departieron en tertulia con Eduardo Ceballos y su esposa Beatriz, Jorge Arango, Orlando Ramírez, y el difusor musical Orlando Escobar. Previamente Martínez había entrevistado a los historiadores musicales y coleccionistas Gustavo Escobar Vélez, de Envigado; Ofelia Peláez Cadavid, de Medellín; Guillermo Hernández Cifuentes, del “Bar Kayser” en Caldas; y Carlos Mario Restrepo Correa, de “La Cabaña del Recuerdo” en Envigado; visitó la sede de Cortiple y de la Asociación de Coleccionistas Daniel Uribe Uribe, en Envigado; y fue entrevistado por Vladimir Tobón Tobón para el programa “Nuestra Música”, que se emite los domingos de 6 a 7 pm. por la Emisora Cultural Universidad de Antioquia para Medellín y el Valle de Aburrá, en la frecuencia de los 1.410 khz. AM. “Créame que en México ni en ningún otro país he encontrado tanta gente dedicada a coleccionar discos y mantener vigente la música de antaño, como aquí”, dijo Martínez Frausto.

Hacia el mediodía, en compañía de doña Beatriz Parra de Ceballos, pudimos apartar un espacio de tiempo de la apretada agenda para una rápida visita a las esculturas de la Plaza Botero, donde se hicieron fotografiar al lado de casi todas; e ir a almorzar bandeja paisa al Parque Arví, “Porque queremos conocer el transporte de Metro en Medellín y el Metrocable de Santa Elena”; experiencia que mientras contemplábamos el Valle de Aburrá desde una de sus cabinas aéreas, en una tarde un poco gris y amenazadora de lluvia, le pareció al matrimonio Martínez Brizuela “algo impactante, que tratamos de imaginar pero no alcanzamos a dimensionar, teniendo en cuenta que la región de Aguascalientes es plana mientras que aquí viven entre montañas. Este transporte es algo que impresiona”.

Muy productiva fue esta visita, tanto para los melómanos colombianos como para los productores del programa “Hasta que el cuerpo aguante”, con la seguridad de que fue mucho lo que quedó pendiente para otra oportunidad, con miras a seguir contribuyendo a la difusión de la música vieja, la música antigua, la música de antaño, que alimenta el espíritu de las generaciones de las décadas del 30, el 40, el 50 del siglo XX; y hasta de muchos jóvenes que por influencia de sus padres, tíos, y abuelos, han aprendido a querer también estos géneros pertenecientes a una época romántica ya desaparecida. “Ha de saber, amigo Orcasas, que la contribución de los colombianos al programa se hizo tan nutrida que terminó motivando a la emisora Estéreo Mendel a establecer un programa denominado `Viernes colombianos´ en el que participan los colaboradores mencionados y otros, formando una hermandad musical entre Colombia y Aguascalientes”.

Muchos otros melómanos y coleccionistas quedaron por fuera, como Hugo Álvarez Restrepo de Medellín, cuya colección de discos y aparatos reproductores es digna de mostrar; William Ponce Gutiérrez, que enriqueció su ya importante colección con la que dejó el fallecido coleccionista Carlos Pinto Buenahora de “La esquinita de los recuerdos” de Bucaramanga; Aicardo González Osorio, considerado uno de los mayores coleccionistas de discos del Trío Los Panchos; Arturo Álvarez, que ha enfocado su interés en coleccionar los discos del Trío Vegabajeño; Jaime Jaramillo Suárez, uno de los más importantes coleccionistas de videos de música caribeña; Leonia Muñoz Puerta, de Itagüí; don Gustavo Arteaga Ríos, propietario del Salón Málaga; en fin, tantos y tantos. “Y están también las colecciones Darío Encinales Arana, Édgar Mallarino Domínguez –Gary Domínguez–, y otros, en Cali. Carlos Molano Gómez de `Encuentro latino´, en Bogotá; Rafael Bassi Labarrera y Arnold Tejeda Valencia, en Barranquilla. Los importantes coleccionistas de Bucaramanga y otras ciudades. El mundo musical colombiano es muy amplio, amigo Orcasas”, dice Eduardo Ceballos.

Gracias al Sr. Martínez Frausto por su visita, y gracias al programa “Hasta que el cuerpo aguante” por su divulgación, que es una obra misionera y proselitista musical muy exigente, pero cuyos esfuerzos se ven recompensados por el fervor del público radioescucha que aplaude éste que es el mejor de los proselitismos que puede haber, porque no agrede ni ofende sino que enriquece.

5 comentarios en «Crónica de un viaje por Colombia, la tierra de los coleccionistas de música»

  1. Me siento orgulloso de Colombia le haya dado a Ernesto y su apreciada esposa la mejor de las bienvenidas. Yo sabía con anterioridad, cuando le sugerí a Ernesto que nos visitara, que unos pocos días no eran suficientes. Aquí encontraría un grupo de amigos y colaboradores que le proporcionarían material abundante para su programa. Sólo lamento no haberlo podido recibir y acompañar en su visita a Colombia debido a que yo me encontraba viajando por Europa, de dónde acabo de regresar. A mi amigo Orlando (Orcasas) un reconocimiento sincero por esta espectacular crónica. Se sobró!

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  2. Felicidades Ernesto!!!, debe ser satisfactorio para ti recibir esas muestras de afecto de nuestros amigos colombianos. Es el resultado de la gran labor que realizas al frente del programa de Hasta que el cuerpo aguante. Gracias al Sr. Orlando Ramírez Casas, por esta excelente crónica de tu vida personal y de tu viaje a ese bello país hermano Colombia. Mi estimado Ernesto mis mejores deseos para que Dios te conserve bien y que sigan los éxitos y tengamos por muchos años más este estupendo programa. Saludos desde Guadalajara.

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  3. Me da gusto saber, Don Ernesto, que ha cumplido uno más de sus sueños: visitar Colombia. Los hermanos colombianos son muy alegres y amantes de la buena música y de los buenos programas de radio, una muestra son los varios coleccionistas de discos y melómanos que hacen de éstas actividades y pasiones un proyecto de vida, entre otros. Para ellos mi plena congratulación.
    Usted no pudo cumplir con su itinerario ya previsto, porque no se imaginó ese gran recibimiento que le dieron a su llegada, ni tampoco que ellos ya le tenían preparada una agenda de entrevistas y lugares a visitar. Muy bien!!!
    Por otro lado, lo formidable fue el RECONOCIMIENTO que le hicieron por su trayectoria como locutor, melómano empernido, productor y conductor de su programa radial “Hasta que el cuerpo…aguante”.
    Me ha gustado la nota relatando, paso a paso, su viaje por Colombia porque he conocido más de su persona y de su pasión por conservar y difundir la buena música, especialmente la de antaño. Una vez más se comprueba que Usted es producto de su trabajo, su tenacidad, su amor y su pasión por sacar adelante sus proyectos.
    Usted sabe que los elogios inmerecidos nos dañan y nos crean falsas ilusiones; pero en su caso los ha recibido de personas muy reconocidas y conocedoras de la buena música que saben que los elogios no se dan por darse, sino porque son muy merecidos. Estoy plenamente de acuerdo en que se reconozcan las cosas buenas y que han costado mucho esfuerzo, porque “si las cosas que valen la pena fueran fáciles…cualquiera las haría”.
    Humildemente me uno a ese reconocimiento, y a Usted por recibirlo y a mis hermanos colombianos por otorgárselo…LOS FELICITO!!!
    Mis saludos de salud, felicidad y éxito desde Cd. Juárez, Chihuahua, Estados Unidos Mexicanos.

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  4. Ernesto, en mis largas vacaciones el anio pasado en mi querido pais, me sucedieron muchas cosas buenas y una de ellas fue el haber tenido el gusto de conocerte personalmente.
    Te cuento q la mayoria de coleccionistas q dedicaron su tiempo para atenderte tambien son amigos mios y he tenido oportunidad de visitar sus casas y la verdad, se queda uno con la boca abierta viendo y escuchando tanta musica inconseguible que poseen, gracias a ellos he podido enriquecer mi coleccion pues definitivamente no conocen el egoismo y han sido muy generosos conmigo.
    Ojala tengas la oportunidad de volver pero con mas tiempo, uno para visitar los sitios turisticos y otro para q compartas con los coleccionistas q te faltaron por conocer en otras ciudades, Cali, Bucaramanga, Manizalez y todos los pueblitos q estan en los alrededores y donde las “panelas” de 78 rpm abundan.
    Ademas te comento q los oyentes de mi emisora, Los Idolos del Pueblo estan felices por q pueden escuchar tu programa de los viernes, en diferido los domingos desde las 8 pm.
    Gracias por la oportunidad.
    Atte.
    Humberto

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