Víctor Hugo Ayala, entrevistado por Óscar Botero Franco

VÍCTOR HUGO AYALA

Tenor lírico y romántico colombiano

Por ÓSCAR BOTERO FRANCO

La labor periodística a veces da grandes oportunidades y satisfacciones, como la de conocer en la intimidad de su hogar a grandes figuras de la canción.  He vivido esa grata experiencia en algunas ocasiones, y es que conocer a un artista en el escenario o en los estudios de grabación, es diferente a sentarse a dialogar con él en la sala de su propia casa, rodeado de su familia y de sus cosas personales. Recientemente, acabo de vivir esta inolvidable experiencia. En efecto, el viernes 15 de septiembre del año en curso viajé desde mi natal Medellín hasta la capital de la República, Bogotá, para entrevistarme con esa gran figura de la canción, el extraordinario tenor lírico don Víctor Hugo Ayala, personaje de reconocida trayectoria artística, tanto a nivel nacional como internacional. El maestro Víctor Hugo Ayala reside en un exclusivo sector al norte de Bogotá, en un agradable, cómodo y elegante apartamento. El buen gusto en su decoración se hace notorio en cada centímetro de ese espacio físico, convertido en el hogar que el intérprete comparte con su esposa Teresita (María Teresa Bonilla), la encargada de mostrar con inocultable orgullo todos aquellos reconocimientos y distinciones que el artista ha recibido durante su brillante carrera profesional. Recordemos que el señor Ayala incursionó en la música romántica (boleros), en los diferentes géneros de música colombiana (bambucos, pasillos, valses, joropos) y en general, con su privilegiada y bien cuidada voz, puede lucirse interpretando cualquier género musical, por exigente que sea. La hospitalidad y la amabilidad conque el maestro Víctor Hugo y su esposa atienden a sus visitantes es única. Después de un diálogo ameno en la sala de su apartamento, recordando etapas de su carrera, grabaciones, presentaciones, giras, personajes y anécdotas, su esposa nos conduce a lo que podríamos llamar “los salones de la fama”. Cientos de fotografías del cantante, en diferentes presentaciones y compartiendo escenarios con otros artistas, enmarcadas y organizadas meticulosamente. Diplomas y pergaminos, medallas, discos de oro, placas, trofeos, posters, programas artísticos y un sinfín de pruebas fidedignas de los reconocimientos que ha tenido este artista, no sólo en Colombia sino también en el exterior. Y es que Víctor Hugo Ayala es una figura grande, muy grande, dentro del panorama artístico nacional e internacional.

Lástima que el gobierno nacional no le haya un reconocimiento como él se lo merece y que debe hacerse en vida, pues los homenajes póstumos no se disfrutan. Él ha sido un gran difusor de la música colombiana (La quiero porque la quiero, Soy colombiano, Río Neiva, Si te vuelvo a besar, Prefiero no verte, Cultivando rosas, Lágrimas, Muy antioqueño, Pasito, Tierra caliente, Dende que murió mi negra, El Grancolombiano, Tus trenzas, Antioqueñita, El camino de la vida, Madre labriega, etc.) y recordemos que su versión del Himno Nacional de Colombia es insuperable (también fue grabado por Carlos Julio Ramírez, Tito Schipa, Luis Macía y Gustavo López, entre otros). En su edición digital del 18 de septiembre de 2013, “El País” publicó: “Víctor Hugo Ayala es el único capaz de erizar la piel de un colombiano cantando un bolero, un bambuco y el Himno Nacional de Colombia”. Los empresarios artísticos de espectáculos y las programadoras de televisión parece que también se han olvidado de estas grandes figuras de la canción, ya que no se interesan en contratarlos aún a sabiendas que atraen mucho público. La radio musical casi no programa sus canciones. La prensa especializada parece que también los olvidó. Ya es hora de que se haga justicia con estos artistas y que les demostremos cuánto los queremos y admiramos. Con razón, en alguna ocasión el tenor le declaró a la revista “Telerama”: “En Colombia se menosprecia al artista nacional”. ¡Qué gran verdad!

Recordemos que el maestro Víctor Hugo Ayala Caro nació en Bogotá el 13 junio de 1934, hizo su bachillerato en el Liceo Camilo Torres de su ciudad natal, asistió a la universidad y cursó cinco semestres de arquitectura, posteriormente ingresó a la Armada Nacional como dibujante en la sección técnica. Sus inicios en la música fueron en la Radio Militar, apoyado por el General Piquete y en Radio Santafe y la Voz de Colombia; luego Alvaro Monroy Guzmán lo llevó a la emisora Nueva Granada de R.C.N. y allí se presentó en su radioteatro, acompañado por la orquesta que dirigía el maestro Oriol Rangel.  Con Alberto Osorio (1929-2011), otro destacado cantante colombiano, hizo el programa “Donde nacen las canciones, que estuvo al aire por nueve años. El marco musical lo hacía el maestro Jaime Llano González y la conducción estaba a cargo de los locutores Alfredo Materón y Alberto Piedrahíta. Cuando empieza a ser una figura destacada, Hernán Restrepo Duque lo vincula al elenco de Sonolux y de la RCA Víctor, iniciándose una larga cadena de éxitos discográficos: Camino verde, Ya que te vas, Quiéreme, Las perlas de tu boca, La quiero porque la quiero, Congoja, Brujería, Por si no te vuelvo a ver, Que pare la vida, Cobardía, Ojos traicioneros, Que murmuren, Tú lo sabes. Rival, Puente de piedra y muchas más. Luego vienen sus grandes éxitos de canciones colombianas y la consagración con los himnos de Colombia y de la Armada Nacional. Posteriormente entra a engrosar la nómina artística de Codiscos, Discos Fuentes, Discos Philips y otras disqueras, inclusive venezolanas.

Sus giras y presentaciones por todas las ciudades de Colombia no paran, sus viajes al exterior tampoco, en Venezuela, Canadá y Estados Unidos reclamaban su presencia, es invitado de honor en muchos festivales nacionales e internacionales y su nombre en cualquier programación, cartelera o marquesina es sinónimo de éxito. Muchos aplausos ha recibido el maestro Víctor Hugo Ayala durante su largo recorrido por el mundo de la música, llenándose de gloria, fama y reconocimiento. Y no podemos olvidar que en 1989 fue distinguido con el premio “Aplauso”.  Alguien anotaba con sobrada razón: “Quizá lo que más admiro de Víctor Hugo Ayala, además de su voz, es su señorío, su caballerosidad, su aplomo, sencillez y disciplina”. Y para el investigador musical Jaime Rico Salazar “es uno de los grandes tenores que ha tenido Colombia en toda su historia musical”.

*Periodista e Investigador musical

Medellín, septiembre 21 de 2017

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