Autor ÓSCAR BOTERO FRANCO
Periodista e Investigador musical
Apenas se iniciaba el año 2016, era exactamente el lunes 4 de enero. Me encontraba desayunando en un céntrico hotel de la ciudad de México cuando alcancé a escuchar en un noticiero de televisión que ese mismo día se pondría a la venta el libro “Esta soy yo”, una autobiografía de la actriz y cantante Silvia Pinal.
Antes del mediodía, ya me encontraba en una librería muy cerca al Zócalo, donde venderían el libro, y quería ser de las primeras personas en adquirirlo y leerlo, motivado por la admiración que siempre tuve por la gran Silvia Pinal. Además, sabía que en mi país seguramente no podría conseguirlo.
La obra fue publicada por Editorial Porrúa, consta de 384 páginas y más de 300 fotografías en blanco y negro (lástima, ni una sola a color), algunas del archivo personal de la artista y varios fotogramas tomados de sus películas. Este libro es un auténtico documento para quien quiera conocer la vida de doña Silvia Pinal Hidalgo, hermosa mujer nacida en Guaymas (Sonora) y que falleció en fecha reciente en la Ciudad de México, cuando dos meses antes había cumplido sus 93 años de edad. El prólogo del libro fue escrito por la licenciada en periodismo Mara Patricia Castañeda, exesposa de Vicente Fernández Jr, y quien estuvo vinculada a Televisa. La señora Castañeda en pocas palabras hace una radiografía de esta artista que triunfó en el cine, el teatro, la televisión y los discos y que la definió como “La última diva del medio artístico nacional en cada una de sus disciplinas”.
Silvia Pinal Hidalgo nació el 12 de septiembre de 1931 y falleció el 28 de noviembre de 2024. Sus abuelos maternos fueron Fernando y Jovita, quienes procrearon siete hijos, entre ellos a María Luisa, madre de Silvia y quien tuvo una fugaz relación sentimental con el director de la orquesta de la XEW, señor Moisés Pasquell, y de esa relación nació Silvia. María Luisa Hidalgo Aguilar posteriormente contrajo matrimonio con el señor Luis G. Pinal, y registraron a Silvia como hija de ambos.
Silvia estudió en el Colegio Pestalozzi de Cuernavaca y durante las vacaciones su madre la llevaba a la casa de la abuela que ya vivía en el D.F., aprovechando la ocasión para ir a cine al Politeama, que era más barato que el teatro Teresa, a ver las películas argentinas que protagonizaban Carlos Gardel, Libertad Lamarque y Hugo del Carril. Además, asistían al Teatro Arbeu a ver las zarzuelas de la compañía de Pepita Embil, en la que actuaba su hijo “Placidín”, hoy, el gran tenor Plácido Domingo.
También estudió en el Instituto Washington una carrera con la que pensaba enfrentarse al mundo laboral: la taquimecanografía, posteriormente hizo estudios de bel canto con el maestro Reyes Retana. También ingresó al INBA para estudiar arte dramático. Se inició en el teatro con la obra “Sueño de una noche de verano”, hizo teatro experimental actuando en la obra “Los caprichos de Goya” y su primer papel profesional fue en “Nuestra Natacha”. Sus primeros amigos fueron Rubén Rojo y Manola Fábregas. En 1945 hizo un comercial radial para la estación XEQ.
La primera oportunidad que tuvo la Pinal para trabajar en cine fue en 1948 actuando en “Bamba” y le pagaron trescientos pesos, posteriormente hizo “El pecado de Laura” y “Puerta, joven” con Cantinflas. Siguió una serie de películas en las que tuvo como compañeros a Pedro Infante, Tin Tan, Gloria Marín, Katy Jurado, Fernando Soto, Marga López, Irma Dorantes, Joaquín Pardavé, etc. Por su actuación en “En un rincón cerca del cielo” se ganó el premio “Ariel”. En 1953 firmó contrato con Gregorio Wallerstein, recibiendo nueve mil pesos de pago por película, teniendo ahora la oportunidad de trabajar al lado de Libertad Lamarque, Tony Aguilar y Fernando Fernández.
El 22 de marzo de 1954 rodó en La Habana “Un extraño en la escalera”, pero solo pudo verla dos años después en Lima. Participó en una coproducción entre México, Chile y España, “Cabo de Hornos”. Llega luego su viaje a España (Barcelona) y Roma. Y debo hacer mención obligada de “Viridiana” (1961), película dirigida por Luis Buñuel y que fue enviada al Festival de Cannes, obteniendo el premio “Palma de Oro”. Aquí también actuaron Fernando Rey, Margarita Lozano y Francisco Rabal. Esta película fue censurada por el General Franco, quien ordenó recoger todas las copias y destruirlas, ya que el Vaticano la tachó de “blasfema”. Gustavo Alatriste y Buñuel le entregaron 2 copias a Luis Miguel Dominguín y su esposa Lucía Bosé (padres de Miguel Bosé), quienes las enterraron en su jardín. Con Buñuel, Silvia Pinal también hizo “El ángel exterminador” (1962) y “Simón del desierto” (1965).
En 1965 Silvia se hizo acreedora a la “Diosa de Plata”, participó en “Juego peligroso” con argumento de Gabriel García Márquez y en 1967 hizo una película en inglés, “Shark, un arma de dos filos”. Silvia Pinal y Enrique Guzmán solo hicieron una película como pareja, “Como hay gente sinvergüenza”.
La vida sentimental de Silvia Pineda fue muy agitada. Su primer matrimonio fue con Rafael Banquells en 1947, cuando ella tenía 17 años y él 35, se
divorciaron en 1952. De esta unión quedó Sylvia Banquells Pinal, conocida artísticamente como Sylvia Pasquel, quien nació el 13 de octubre de 1950.
Su segundo matrimonio fue con Gustavo Alatriste en 1961 y se divorciaron en 1967. Tuvieron una hija, Viridiana Antonia Alatriste Pinal, o simplemente Viridiana Alatriste, nacida el 17 de enero de 1963 y que falleció el 25 de octubre de 1982 a causa de un fatal accidente de tránsito. Fueron padrinos de Viridiana el cineasta Luis Buñuel y su esposa Jeanne.
El tercer matrimonio de la Pinal fue con el cantante y actor Enrique Guzmán, en 1967, ella tenía 36 años y él 25, esta unión duró 9 años. Tuvieron dos hijos: Gabriela Alejandra Guzmán Pinal (Alejandra Guzmán) que nació el 9 de febrero de 1968, y Luis Enrique Guzmán Pinal, nacido en 1969.
Y su cuarto y último matrimonio fue con Tulio Hernández Gómez, en 1982, pero se divorciaron en 1995. No hubo hijos.
Mucho se comentó en la prensa de la relación que tuvo Silvia Pinal con Emilio Ascárraga Milmo (El Tigre), Arturo de Córdova y Fernando Frade.
Enrique Guzmán y Silvia Pinal tuvieron su propio sello discográfico, “Acuario”, y allí grabaron en 1968, a dúo y como solistas, temas de grata recordación: Algo tonto, Cuando estoy contigo, Amarraditos y Adoro. También hicieron grabaciones para la CBS: Tiempo de amor, Cómo decir adiós, Cada vez y Si me enamoro de un muchacho como tú. También tuvieron su propio programa de televisión, “El Show de Silvia y Enrique”.
Silvia tuvo buena relación con el pintor Diego Rivera, quien hizo un cuadro de ella y se lo regaló. El pintor ecuatoriano Guayasamín también le hizo otra pintura.
La vida de esa gran actriz y cantante que fue Silvia Pinal, está llena de episodios que darían para escribir muchas páginas. Esta es una semblanza de su vida, quien en sus últimos años fue dirigente gremial y se dedicó a la política, llegando a ser Diputada Federal por el PRI en 1994, también fue Senadora suplente. En 1988 estrenó su teatro, en el local donde estuvo el Cine Estadio. Una de los programas de más éxito que Silvia tuvo en la televisión fue “Mujer, casos de la vida real”, que realizó entre 1985 y 2007.
La salud de la señora Silvia Pinal empezó a deteriorarse desde diciembre de 2021 cuando sufrió de Covid 19, meses después padeció de enfermedades respiratorias e influenza, pero el 21 de noviembre de 2024 fue internada en el Hospital Médica Sur en la alcaldía de Tlalpan, Cd. de México y la prensa habló de varios diagnósticos, entre ellos, haber contraído una bacteria, infección en vías urinarias, el colapso de un pulmón, la hipertensión, aunque parece ser que realmente el fallecimiento de esta gran artista, el jueves 28 de noviembre de 2024, se debió a un cuadro de pulmonía.
Al momento de su muerte, según la revista TV Notas, Silvia Pinal dejó una fortuna que puede superar los 50 millones de dólares, representados en su teatro, varias casas y estacionamientos, todo, producto de su trabajo durante varias décadas.
¡Silvia Pinal fue la última diva del cine mexicano!
Medellín, diciembre 29 de 2024
Disculpas, donde dice Manola Fábregas, es realmente Manolo Fábregas.
Excelente, muy completa la biografía de esta gran artista mexicana. Felicitaciones al autor.
Maestro Oscar, excelente reseña de ésta gran actriz y cantante Doña Silvia Pinal. ¡¡Felicidades!!, un abrazo.
Una vez más el periodista colombiano nos entrega un magnífico artículo, esta vez sobre la.señora Silvia Pinal. Mujer hermosa, gran actriz y regular cantante. Pero si señor, fue una Diva inolvidable.
Óscar, qué buen reportaje, qué buena biografía hiciste. Si, yo de Silvia Pinal la recuerdo, fui siempre admirador, desde pelao. Tenía como ya 10 años, estaban de moda lo que se llamaban caramelos artistas, esas figuritas que venían con un caramelo y fueron de las cartillas que yo llené con más entusiasmo, ahí estaban, había toreros y estaban los artistas como Cantinflas, Jorge Negrete, Tony Aguilar, Pedro Infante. Además de eso estaban las residencias de los artistas que quedaban en Acapulco, todas ahí sobre una pared de roca vertical que estaban a la orilla del mar y ahí tenían todos esos grandes del cine mexicano en la época de oro. Tenían sus residencias, esas estaban en esos caramelos, esas figuritas. Y siempre la tuve de recuerdo. Vi muchas películas de ella por supuesto, pero lo que no me imaginaba porque después le perdí la pista es que hubiera muerto el año pasado y que hubiera dejado 50 y tantos millones de dólares, una fortuna, o sea que ella no despilfarró la plata, si no que siguió con negocios y todo. Lo más interesante sobre todo en mi caso es que tengo un recuerdo muy profundo de ese cine mexicano. Yo recuerdo que las mejores cosas que tenían las películas mexicanas era que siempre había un bar, salón grande con mesas donde la gente iba a tomar su trago, y el escenario, y ahí presentaban muchas agrupaciones y bailarinas cubanas, Tongolele, como Daniel Santos, Celia Cruz, la Sonora Matancera. Siempre había una escena en la cual era ese bar, muy chévere, porque ahí cantaban y bailaban y todo- Entonces, fue la época de oro. Qué bueno que hiciste este frecuento. Bueno amigo Óscar, estamos en contacto. Y gracias por este trabajo. Bueno pues.
De Silvia Pinal no tenía mayor información. Gracias a esta magistral semblanza, ese vacío de información ha sido cubierto. Gracias Óscar.
Óscar, lo felicito por su artículo y las valoraciones que de su trabajo hacen sus colegas.