En la sección La Cadena del Recuerdo, escucharemos una aportación de Juan Carlos Álvarez Echeverri, productor radiofónico en Pereira, Colombia, quien nos hablará sobre la rumba criolla. El término “Rumba” proviene de una expresión que significa, Convidar, Compartir. Los españoles asentados en Colombia en la época de la colonia interpretaban la rumba flamenca, practicando la rumba vieja. Desde el siglo XVIII se relaciona la rumba criolla con ritmos del bambuco acelerado. A nivel Nacional la rumba criolla se destaca en regiones específicas: La Rumba Cundi boyacense, la Rumba Antioqueña y la Rumba Criolla Tolimense. La instrumentación para la rumba incluye tres tumbadoras (la tumbadora es un tambor inventado en Cuba que, a diferencia de los africanos, tiene llaves; se puede afinar, y escribir partituras. Hoy es universal) y dos palillos que repiquetean sobre una caja de madera. Dos de los tambores, (la tumbadora prima y el segundo o tres), marcan el ritmo básico; la tercera tumbadora llamada “quinto”, (que se afina más alto), da los golpes improvisados, los floreos dirigidos a los bailarines. Existen dos tendencias de indumentaria para el baile de la “Rumba Criolla” que varían según el grupo social en donde se realiza el baile. El vestuario de la zona urbana, generalmente comercial y elitista está caracterizado por la influencia del color negro, compuesto de faldones largos y anchos, blusa amplia, un chal negro y un sombrero del mismo color. Predominan los vestidos elaborados y la uniformidad.