Ignacio Fernández Esperón, Tata Nacho, murió en la ciudad de México el 5 de junio de 1968. Empezó a tocar el piano bajo la guía de su madre, Piedad Esperón. En 1913, huérfano de padre, se trasladó a vivir con unos tíos suyos en Oaxaca. Se trasladó a la capital del país muy pronto, aunque durante muchos años haría viajes constantes a Oaxaca para visitar a su familia, y recibir la influencia de la canción tradicional oaxaqueña. Ese mismo año de 1913 escribió su primera pieza, el vals cantado Carlota. Hizo amistad con muchos artistas de la época, entre ellos Ángel de Campo “Micrós”, Rubén M. Campos, Miguel Lerdo de Tejada, Amado Nervo, Ana Pavlova, Manuel M. Ponce, José Juan Tablada y Luis G. Urbina. En 1916 compuso su segunda canción, Dime, ingrata, que lo hizo famoso en todo el país. Poco más tarde hizo estudios de piano con Salvador Ordóñez. En 1919 viajó a Nueva York, donde permaneció ocho años, y estudió armonía e instrumentación con Edgar Varèse. De regreso en la ciudad de México fue empleado por la SEP como investigador de música folclórica (1925), lo cual le permitió viajar por la República y entrar en contacto con cancioneros, poetas y bailarines de todo el país. A fines de 1926 fue nombrado profesor de música en la Casa del Estudiante Indígena de la ciudad de México. En 1927 fue invitado por el gobernador de Yucatán para hacer un estudio sobre la canción yucateca; ese mismo año conoció en Mérida a Guty Cárdenas, a quien luego presentó al público de la ciudad de México. (Con datos de Gabriel Pareyón en su Diccionario Enciclopédico de Música en México).
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