De los primeros cantantes que grabaron canciones populares en discos fonográficos en la década de los veinte se encuentra el barítono Rodolfo Hoyos. Según algunos datos que hemos logrado recopilar, este cantante mexicano nació en el año de 1898 y murió en 1959. Luego de un primer premio en un concurso, Hoyos ingreso de inmediato a las más destacadas compañías de ópera. Mantuvo una carrera muy importante y fue catalogados por los especialistas como uno de los mejores cantantes del país. Falleció en su natal ciudad de México a los sesenta y un años de edad. Realizó una gran cantidad de grabaciones para los sellos Vocalion, Victor y Brunswick, básicamente. Casi todas las grabaciones de Rodolfo Hoyos datan de la segunda mitad de la década de los años veinte. Además, no sólo grabó como solista, hizo duetos con cantantes como Milla Domínguez, Carlos Mejía, Enrique Herrera Vega, Pilar Arcos, Eduardo Arozamena y otros más. En su libro Diccionario Enciclopédico de Música en México, el investigador tapatío Gabriel Pareyón escribe que Rodolfo Hoyos, cantante barítono, inició su formación vocal en la academia de Lamberto Castañares, y en 1920 obtuvo un primer lugar en el concurso convocado por el Conservatorio Nacional de Música; enseguida se incorporó a las compañías operísticas más activas de la época. Hizo su presentación principal en el teatro Iris, en 1922, con el papel de «Silvio» en la ópera I Pagliacci, dirigida por Gaetano Merola. Luego continuó su carrera en los teatros Nacional y Arbeu, y en el Palacio de Bellas Artes (1942), con el «Amonasro» de Aida, papel que representó varias ocasiones, y que llevó a la crítica a citarlo como uno de los mejores cantantes mexicanos.
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