El 4 de julio de 1958 murió Gonzalo Curiel Barba, quien nació el 10 de enero de 1904 en Guadalajara, Jalisco. Desde niño mostró un gran gusto por la música. A los seis años aprendió a tocar el piano y más adelante, la guitarra y el violín. En su ciudad natal cursó todos sus estudios, hasta el cuarto año de Medicina, carrera que estudió debido a que su padre le exigía un título profesional. Sin embargo, su gran vocación por la música se impuso, y en 1927 dejó la universidad para trasladarse a la ciudad de México. Ya instalado en la capital trabajó como pianista en una casa de música, donde se grababan rollos para pianola. Como pianista se inició profesionalmente en la música, tocando en la XEW, donde luego de dos meses de haber ingresado, el doctor y cantante Alfonso Ortiz Tirado, quien al día siguiente salía a una gira internacional, recibió la noticia de que su pianista estaba enfermo, por lo que le pidió al maestro Gonzalo Curiel que lo sustituyera. Esta gira le brindó a Gonzalo la oportunidad de dar a conocer su trabajo y su talento, y le sirvió de plataforma para que más adelante pudiera crear grupos musicales y convertirse en uno de los primeros artistas que trabajaron al frente de su propia orquesta. Fue así como surgió el Grupo Ritarmelo (ritmo, armonía y melodía), integrado por Emilio Tuero, Pablo y Carlos Martínez Gil y Ciro Calderón y dirigido por Gonzalo. Después, buscando siempre innovaciones, formó Los Diablos Azules y Los Caballeros de la Armonía. Así, finalmente dio vida al que sería su famoso Escuadrón del Ritmo, que llegó a tener gran renombre y marcó toda una época entre las orquestas de baile en eventos sociales, así como de variedad principal en teatros de revista. (Con datos de la SACM).
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