Dentro de la música de antaño hay diversos casos de canciones, cuya autoría es reclamada por diferentes compositores, alegando plagios. Algunos de esos casos han llegado incluso a los tribunales. Un caso interesante y al que se le buscó una salida salomónica fue el que enfrentó al compositor cubano Ernesto Lecuona con el mexicano Luis Arcaraz, famoso también por temas como” Prisionero del mar”, “Sombra verde” y “Por ella”. El conflicto vino por “Sortilegio”, que se le atribuye a Arcaraz, tema que era muy parecido a otro que Lecuona había registrado con el nombre “Siempre en mi corazón”, justo en los Estados Unidos. La canción tuvo tanto éxito en Norteamérica que más tarde se produjo una película bajo el nombre de “Always In My Heart”, que protagonizó Gregory Peck, quien seleccionó personalmente el tema. Amigos en común de los dos compositores salieron al paso para que esto no llegara a tribunales y que nadie saliera perjudicado, así que convocaron a los dos compositores a una comida para resolver de forma racional el conflicto. En un momento Luís Arcaraz dice: “Tu canción Ernesto, fue registrada recientemente y la mía ya lleva varios años”, a lo que el Ernesto Lechona, reviró, “estás en un error Luís, mi canción la hice desde 1927, nada más que la tenía guardada y se la di a la producción de la película y es inédita,” a lo que Arcaraz dijo, “¿Tienes pruebas de eso?” a lo que contestó Lecuona “sí, mi partitura“, el Maestro Arcaraz rió y dijo que eso no era prueba de nada y que lo iba a demandar, el Maestro Lecuona, dijo él era el que lo iba a demandar. La disputa no llegó a los tribunales por la intervención de amigos recíprocos, incluyendo al mismo Peck. La resolución amistosa de esa disputa fue la siguiente: todo el dinero que “Sortilegio / Siempre en mi corazón / Always In My Heart” produjera en Ibero América, quedaría en manos de Alcaraz, mientras que lo recaudado en el resto del mundo sería propiedad de Lecuona”.
Siguiendo con asuntos de presuntos plagios, un asunto curioso es que en 1947 el compositor Chucho Monge demandó a Agustín Lara por plagio. Resulta que “María Bonita” —canción compuesta por Agustín inspirado por María Félix— tenía una melodía exageradamente parecida a la de “El remero”, tema de Chucho dedicado a los remeros de Xochimilco. En aquel tiempo el asunto fue de gran escándalo mediático. Parece ser que se llegó a un arreglo amistoso cuando Agustín Lara al encontrarse a Monge en el Centro de espectáculos El patio le dijo a Chucho: “¿Hermano, por qué quieres fregarme en una canción que he dedicado a la mujer más bonita de México?”. Chucho cedió caballerosamente, pero siempre tuvo el gusto de saber que parte de “María Bonita” lleva el tema de “El remero”. El abogado de dicho litigio fue Bernabé Jurado. La canción se convertiría en una de las más famosas del compositor veracruzano, y daría su título como sobrenombre a Félix en lo sucesivo. María Félix y Agustín Lara contrajeron matrimonio en 1943, acarreando críticas y burlas por el hecho debido a la razón por la cual una estrella de cine casaría con un hombre 20 años mayor, incluso asumiéndolo como una argucia publicitaria, hecho que negó Félix constantemente. La pareja sufriría problemas en el corto periodo de casamiento. Carlos Monsiváis afirmó que la canción fue ideada por Lara después de un pleito entre la pareja como forma de reconciliación. Según Eulalio Ferer, Lara la compuso en Acapulco.
Al referirse al coleccionista colombiano Hernán Restrepo Duque, Ofelia Peláez comenta que algunos músicos de Colombia le dedicaron diversas obras: el compositor Álvaro Romero hizo un pasodoble instrumental titulado Hernán Restrepo Duque. El compositor quindiano José Rubén Márquez con Jairo Baena Quintero son los autores de una obra dedicada al maestro que titularon: Al noble mensajero de la canción: Hernán Restrepo Duque. El maestro Restrepo Duque escribió la columna Radiolente en El Colombiano, nombre que nació de su programa radial. El hermoso tema musical que sirve de cortina para Radiolente, se lo hizo e interpretó el compositor argentino Mario Clavell. Cierto día llegó a mi casa y sus ojos tenían una expresión de alegría enorme. Traía en sus manos un papel membreteado de un tribunal de México. Resulta que el bolero que se impuso con Johnny Albino y su trío San Juan titulado Niégalo se lo había apropiado un Manuel Tabares. Rosario –Charito– Ortega, la mexicana del dueto Las dos Marías, lo reclamaba. Se entabló demanda en ese país y ya el monto de las regalías era muy alto. El tribunal de México para dirimir este pleito sentenció: “Se acatará el fallo que dé Hernán Restrepo Duque, de Colombia”. Hernán tenía un disco de 78 r.p.m. en el cual la propia voz de Charito Ortega interpreta su bolero; a ella se le reconoció la autoría. (Con datos de http://luisomarmontoyarias.blogspot.mx).
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Son muy lamentables las situaciones de plagio deliberado, ya que no solo le está negando los méritos a una creación sea musical o literaria a su autor, sino además le deforma el contenido y la dedicatoria. En mi caso denuncio que en Febrero de 2016 publiqué por primera vez un poema que se llama “EL DOLOR DE LA PATRIA”, en rememoración de los 40 años del terremoto del 4 de Febrero de 1976 dedicado especialmente a las 23 víctimas mortales de la peor tragedia en la historia de Guatemala, y cual sería mi sorpresa que hace unos meses en una página de Facebook, lo encontré plagiado dedicándolo al terremoto de México de Septiembre de 2017; pero además del plagio muchos versos están deformados así como algunas partes cercenadas, por lo que hice el reclamo a la página, hasta aquí no he recibido ninguna respuesta satisfactoria. En ningún momento me opongo a que se copie, pero en su totalidad, y reconociendo el nombre del poema, los créditos y mi autoría