El 24 de octubre se cumple un nuevo aniversario de su fallecimiento
Por ÓSCAR BOTERO FRANCO *
A Rodolfo Aicardi lo conocí por allá en 1965 ó 66, cuando asistía a los ensayos de “El Club del Clan” en Medellín, que se realizaban en el radioteatro con escenario giratorio de la emisora radial “La Voz de Medellín”, perteneciente a Radio Cadena Nacional (R.C.N.), el cual tenía una capacidad para 250 asistentes El director y conductor del programa era Carlos Mejía Saldarriaga, locutor, declamador, actor teatral y radial, como también autor de algunas canciones, por ejemplo, “Nena”, hermoso bambuco interpretado por el dueto colombiano de “Espinosa y Bedoya”. Mejía tenía un carácter un poco difícil, pero una extraordinaria voz, inclusive grabó algunos temas para el sello “Zeida” de la Compañía Colombiana de Discos, que prácticamente pasaron desapercibidos y que hoy solo poseen unos pocos coleccionistas.
Es importante anotar que “El Club del Clan” colombiano fue un movimiento artístico-musical nacido en Bogotá, tratando de emular al argentino del mismo nombre que creara Mario Sandro en 1962 y que tenía figuras de tanta valía como Ramón “Palito” Ortega, Lalo Fransen, Chico Novarro, Rocky Pontoni, Johnny Tedesco y a la hermosa Violeta Rivas. El precursor de este fenómeno musical en Colombia fue el veterano y polémico periodista y hombre de radio y televisión, ya fallecido, don Guillermo Hinestroza Isaza, contando con la colaboración de otras personas, como don Luis Betancur Tolosa. Inicialmente, el grupo del “Tío Memo” se identificaba como “Campeones Juveniles” y estaba enfrentado al grupo de Alfonso Lizarazo, que tenía en sus toldas a Harold, Óscar Golden, Lyda Zamora, Kenny Pacheco y Ernesto Satró, entre otros.
Esos precursores de El Club del Clan colombiano fueron Vicky, Mariluz, Claudia (de Colombia), Beto Adrián, Jahir, Alfonso Palacio, Edilberto, Marcel, César Augusto, Nubia Palacio, Paco, Brando, Yolanda, Consuelo, Emilce, Edgardo, Jairo Alonso, Hernando Casanova y en la parte instrumental Edgar Ávila y Hugo Núñez. Seguramente se nos escapan otros nombres.
Y aquí también es importante anotar que otra ciudad que aportó mucho al crecimiento del Clan, además de Medellín y Bogotá fue Ibagué, pues allí el director era Jorge Barón, quien con el correr de los años se convertiría en uno de los personajes más importantes de la televisión colombiana con su famoso “Show de las Estrellas” y “Embajadores de la música colombiana”.
Por aquella época, nuestro personaje central aún no se hacía llamar Rodolfo, sino Jean Paul, pero cuando empezó a darse a conocer y surgió lo de la grabación de un disco compacto (extended play, a 33 1/3 rpm) para la disquera “Sonolux”, fue que adoptó el nombre de Rodolfo. Este disquito contenía cuatro temas (dos por cada cara) y uno de ellos fue “Bellos recuerdos”, tema lento, obra del ya citado Carlos Mejía con música de Rubén Darío Restrepo (“Don Mago”), reconocido músico colombiano y que alguna vez hiciera parte de “Los Médicos”, una de las agrupaciones más queridas por el público, especializados en la interpretación de música del ayer y andina colombiana.
El disco apareció en el mercado bajo el título genérico de “Los Chicos Ye Yé” y el elenco artístico lo completaban Lena y María Elena. Hubo otros muy buenos cantantes en el Clan de Medellín, pero no se les dio la oportunidad de grabar, como lo fueron Omar Barco (integrante hoy del “Par Dúo”) y Jorge Iván Muñoz, nieto del autor de temas tan reconocidos como “Anhelo infinito” u ”Honda pena”, el señor Roberto Muñoz Londoño.
Rodolfo, quien realmente se llamaba Marco Tulio Aicardi Rivera, nació el 23 de mayo de 1946 y aunque siempre se ha dicho que era natural de Magangué (Bolívar), lo cierto del caso es que vio la primera luz en Galeras (Sucre). Sus padres fueron Luis Alfredo Aicardi y Etilvia Rivera. Rodolfo falleció en Medellín el 24 de octubre de 2007, hace once años. Problemas de salud, como diabetes e insuficiencia renal desencadenaron en un paro cardiaco que causó la muerte temprana del famoso artista que tantos éxitos cosechó. Su familia, integrada por la señora Mariela Montoya, su gran amor, y sus hijos Marco, Rodolfo Jr. y Gianni, quedaron sumidos en la tristeza, ya que Rodolfo fue un esposo y padre ejemplar.
Sobre Rodolfo se han tejido mil historias y anécdotas, tuvo admiradores y detractores, pero fue un intérprete polifacético, cantó de todo: música tropical, boleros, baladas, pasillos, pasajes, valses, etc. Grabó gran parte de su producción para Discos Fuentes, aunque también realizó algunos trabajos para Sonolux y Discos Dago.
Fue un artista reconocido en el exterior, se presentó en casi todos los países latinoamericanos, en México tuvo una acogida sinigual (sus discos eran prensados por “Peerless”), la Unión Americana lo recibió en sus principales ciudades, Londres lo aplaudió con delirio y en Paris, su triunfo fue apoteósico. Además, recorrió casi todo el territorio colombiano. Su tema “Colegiala” causó gran revuelo en Francia y lo llevó a presentarse en el famoso teatro Olimpia, templo sagrado de la música.
Su primer gran éxito fue “Qué quiere esa música esta noche”, con el marco musical del Sexteto Miramar. Luego vino su época dorada con la orquesta “Los Hispanos” y posteriormente empiezan a aparecer otras agrupaciones haciéndolo marco musical a sus interpretaciones: Los Líricos, Los Bestiales, Los Ídolos, La Típica R.A.7, Los Líderes, el Grupo Monteadentro, el Grupo Julio Flórez, el Concierto Hispano, la Sonora Dinamita, los Hermanos Aicardi, entre los que recordamos.
En la pasada Feria del Libro en Medellín (septiembre) se empezó a promocionar el libro “Rodolfo Aicardi, el ídolo de siempre”, escrito por el músico y periodista Diego Londoño. Es una publicación de “Aguilar”, que consta de 268 páginas más una separata adicional de 16 páginas con fotografías a color. El libro es interesante, aunque tiene algunas pocas imprecisiones que en nada le restan mérito al trabajo de Londoño. El prólogo lo escribió Carlos Vives.
Y hablando de libros, más o menos en 1978 el señor Guillermo Hinestroza publicó uno sobre “El Club del Clan” o “Los Años Dorados” de Ediciones ICEI (172 páginas) y refiriéndose a Rodolfo anotaba: “A Rodolfo, un magnifico compositor y cantante, pero a la vez un chico extraordinario a quien inicialmente bauticé con el afrancesado mote de Jean Paul, le dieron muy poca importancia en algunas casas grabadoras. Y hasta Fuentes que recibió como retribución por sus descomunales éxitos, millones y millones de pesos de verdad, nunca quiso entender que él tuviera siquiera medianas dotes de compositor. No olvidaré que este popular cantante lo descubrí en Cartagena cuando el Clan se presentaba en esa ciudad a beneficio de diferentes obras de carácter social y en el momento en que era guitarrista oficial de un conjuntico anónimo cuasi-serenatero y paniagüero que deleitaba a una clientela de dudosa calificación en un grill ubicado en uno de los recovecos más clandestinos de la ciudad amurallada”. Más adelante, el señor Hinestroza agregaba: “En el caso de los chicos del Clan con Sonolux y de Rodolfo con Fuentes ha sido un desperdicio de talento y de posibilidades económicas que realmente causa estupor”
Rodolfo Aicardi, o Jean Paul, o Marco Tulio, ya no está físicamente entre nosotros, pero su gran legado artístico nunca nos abandonará. Sus canciones, que suman varias decenas, siguen escuchándose y bailándose con inusitado entusiasmo.
*Periodista e Investigador musical
Medellín, octubre 10 de 2018
Fotos:
- Foto de Rodolfo, tomada de Youtube. 2.Foto de la carátula del primer tema grabado por Rodolfo para Sonolux. La carátula y la foto son propiedad de Óscar Botero. 3. De izquierda a derecha aparecen: Orlando Montoya Rodas (ya fallecido, locutor, actor teatral y director de “Radio “Exito”), Rodolfo Aicardi y Óscar Molano. La foto fue cedida por Reinaldo Vélez Moreno y fue lograda por “Foto México” de Medellín. 4. Rodolfo Aicardi con el periodista Reinaldo Vélez Moreno, quien cedió la foto para su publicación.