En la sección Rincón Norteño presentaremos dos grabaciones en las que destaca como común denominador el uso de la llamada guitarra hawaiana. Inicialmente escucharemos “Ándale, vamos platicando”, una polca grabada en el año de 1938 para el sello Bluebird por la agrupación Medina River Boys, que incluye guitarras, violín y contrabajo, así como voces. Asimismo con la agrupación denominada Orquesta Colonial escucharemos una versión instrumental de “Cielito lindo”, val grabado también en los años treinta para el selo Columbia. El coleccionista y restaurador musical Chris Strachwitz, quien pasó más de medio siglo recuperando las grabaciones que ahora forman parte del archivo Colección Frontera Arhoolie, incluyó la primera grabación, “Ándale vamos platicando”, entre sus 50 canciones preferidas de la colección menciona y destacó: “Es una rara mezcla de la música gringa y el canto mexicano. Es una joya. Me encanta la guitarra de acero y el buen canto de esta grabación realizada en San Antonio, Texas, en los años treinta. Ojalá Medina River Boys hubieran hecho más discos”. Hacia finales del siglo XIX (1880), Joseph Kekuku introdujo la técnica de deslizar sobre las cuerdas un tubo de vidrio, lo que produjo el sonido típico de “guitarra hawaiana” (slack kay). Los grandes intérpretes de guitarra hawaiana de principios del siglo XX exportaron esta técnica a los Estados Unidos. De esta forma, el slack key influenció profundamente a los intérpretes de blues, y a sus estilos de guitarra. La época dorada del slack key abarca hasta finales de los años 1940, con músicos de renombre como Leonard Kwan, Fred Punahoa, Raymond Kâne y, sobre todo, Gabby “Pops” Pahinui, que obtuvo un gran éxito con sus grabaciones en 1947.
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