Margarita Cueto fue una soprano que se convirtió en uno de los símbolos más importantes de la canción de antaño, su privilegiada voz quedó impresa en más de 200 grabaciones con múltiples acompañantes orquestales y vocales. Mexicana, nació el 10 de junio de 1900, fueron sus padres don Jesús Sánchez Muñoz y doña María Cueto, para su nombre artístico adoptó su nombre de pila y el apellido de su madre. Fueron sus maestros Rozzet y Vidal Numeill, con quienes se perfeccionó en el canto. Sus primeras incursiones en la ópera datan de 1924, donde actuó en el Teatro Abreu, con Aída, de Verdi. En 1925 viajó a Estados Unidos, donde se enroló con lo más granado de los artistas de entonces, allí comienzan sus primeras grabaciones para la RCA Víctor, sello en el que grabó casi toda su vida, corría el año de 1928. Hizo importantes presentaciones en Europa acompañada de Ernesto Lecuona con su piano. Murió hace 38 años en México, el 19 de marzo de 1977. Hizo fabulosos dúos con Carlos Mejía, Juan Arvizu, Juan Pulido, José Moriche, Arturo Patiño, Jorge Añez, Luis Álvarez, Tito Guizar, Evaristo Flórez, Carlos Contreras, Rodolfo Ducal, Perla Violeta Amado, Carmen García Cornejo, y otros más. Este viernes para recordarla presentaremos dos de sus grabaciones: el tango “Sufra”, de Francisco Canaro, grabado en 1927 y la canción yucateca de Guty Cárdenas “Peregrino de amor” , acompañada de José Moriche, grabada en 1928.