Eva Garza, “La novia de la canción”

Autor: ÓSCAR BOTERO FRANCO

(Periodista e Investigador musical)

Hace ya algunos años, el periodista e investigador musical don Hernán Restrepo Duque, directivo de la RCA Víctor colombiana, tenía una tienda de discos en el Pasaje Astoria de Medellín, la cual se llamó “Centro Musical Astoria”. Visitando ese almacén, encontré un larga duración titulado “La voz inigualable de Eva Garza y su dúo con Fabricio”, publicado bajo el sello “Impacto”, el cual no dudé en adquirir. Esta artista era muy reconocida en nuestro medio y las emisoras de la época de oro de la radio antioqueña (La Voz de Antioquia, Ecos de la Montaña, Emisora Claridad, Radio Nutibara, Radio Córdoba) la incluían en sus programas musicales. Años después, hubo una emisora inolvidable para los antioqueños, Radio Reloj, que emitía desde sus estudios de la calle Maracaibo de Medellín, contiguo al radioteatro de La Voz de Antioquia. Desde su cabina de transmisión, el locutor/ control era visto desde la calle a través de una gran vidriera. Por allí pasaron locutores de gran renombre, como Alberto González (“Españita”), Arturo Bustamante, Olson Reyes y Carlos Posada Uribe. Y aquí cabe recordar a un personaje que dio gran impulso a La Voz de Antioquia, Alberto Toro Montoya, aquel hombre de radio que se había iniciado en Radio Nutibara en 1940, la emisora de García, Téllez y Cía. y que, según Camilo Correa, director del periódico “Micro”, era un “empleado valioso y de difícil reemplazo”.

Pero Eva Garza era conocida en Colombia, sus canciones causaron furor, además por ser una cantante polifacética, ya que grabó boleros, rancheras, corridos, canciones, tangos, guarachas, mambos, cha cha chá, son montuno, rumbas y en general, música latinoamericana. No podemos olvidar títulos como “Sabor de engaño”, “Frío en el alma”, “Celosa”, “Ahora”, “Quiero verte una vez más”, “Padre nuestro”, “Incertidumbre”, “Caminito”, “Vereda tropical”, “Sombras”, “Desesperación”, “Aunque tengas razón”, “Nostalgias”, “Desafío”, “La última noche”, “Aburrida me voy”, “Sagüita al bate” y el recordado tema de Ermilo Padrón López (“Chispas”) y Guty Cárdenas, “Un rayito de sol”, que hizo a dúo con su hijo Fabricio. Este dueto, de madre e hijo, también llevaron al disco el bambuco del maestro colombiano Jaime R. Echavarría, “Muchacha de mis amores”, versión de colección. Las grabaciones de Eva Garza fueron publicadas bajo los sellos o marbetes Víctor, Bluebird, Columbia, Harmony, Seeco, Musart, Brunswick, Decca, Indica, Tropical, Okeh, Impacto, etc.

Y sus grabaciones estaban respaldadas musicalmente por las orquestas de Ray Montoya y Antonio Escobar, el Conjunto Salomón, Eleazar Martínez y Conjunto Tropical, los Solistas de Indica, Bill Gale y la Orquesta de Salón Columbia, Roberto Ondina y la Orquesta Suaritos, Lázaro Quintero y su Orquesta, Orquesta dirigida por Manuel S. Acuña y por El Charro Gil y sus Caporales, entre otros.

Llama la atención que el investigador musical colombiano, Hernán Restrepo Duque, en su libro “Lo que cuentan los boleros”, no haya tenido en cuenta a Eva Garza, mientras que sus colegas Carlos Serna Serna (“Su artista favorito”) y Jaime Rico Salazar (“Cien años de boleros”), sí se refieren a ella en sus publicaciones, pero con una información dudosa sobre su ciudad de nacimiento.

Eva Garza Ramírez, cantante y actriz, nació en el barrio obrero, calle Montezuma, al oeste de San Antonio (Texas, USA), el 11 de mayo de 1917, y falleció en la ciudad de Tucson (Arizona, USA), el 1 de noviembre de 1966, cuando contaba apenas con 49 años de edad, a causa de una neumonía. Los periodistas colombianos Serna y Rico afirman que Eva nació en Villa Frontera, Coahuila (México). Fueron sus padres el señor Procopio V. Garza, barbero de profesión, y Cenobia B. Ramírez, ama de casa. De los 7 hijos del matrimonio Garza Ramírez, Eva era el tercero. Realizó sus estudios en Lanier High School, graduándose en 1934, descolló como gran deportista (basquetbol y beisbol). Su maestra de música la llevó a una emisora de radio local y allí hizo un dueto con un muchacho del que nunca se dijo su nombre. Cantaron “Indian Love Call”.

Posteriormente participa en un programa de cantantes aficionados, el cual era patrocinado por el Monte Carlo Brewery en el Texas Theatre de San Antonio, ocupando el segundo lugar, pero ganó quinientos dólares. Luego participa en otro concurso en el Zaragoza Theatre y se gana un piano. Entre 1932 y 34 se presenta en la radio KABC y en el programa “La Hora Anáhuac”, con gran éxito.

Es así, como Eva Garza inicia su gran ascendente carrera como cantante.

Tenía solamente 19 años de edad, cuando graba para “Bluebirds Records” tres discos a 78 rpm., seis canciones, entre ellas “Qué me importa”, convertida en todo un suceso musical en esa época. Esto ocurría el 23 de octubre de 1936. En 1939 contrae matrimonio con Felipe Bojalil Gil (Felipe Gil o El Charro Gil), quien hacía parte de “El Charro Gil y sus Caporales”, conjuntamente con Alfredo Gil y Chucho Navarro, quienes días más tarde darían vida al trío más reconocido internacionalmente: Los Panchos. Eva y Felipe se conocieron en Juárez durante una gira artística y se radicaron en New York. Pero en 1953 se divorcian y los hijos del matrimonio, Rosa María y Felipe (más tarde conocido como Fabricio) quedaron con la tía Tina Moore, hermana de Eva, ya que su actividad artística le impedía estar al lado de ellos constantemente. Hay un tercer hijo, cuyo nombre no logramos conocer.

Felipe Bojalil Garza, nacido en 1940, adoptó el nombre artístico de Fabricio a partir de 1961 y en el año 2014 se declara transgénero y toma el nombre de Felicia Garza. Rosa María también se dedicó a la vida artística y tuvo un fugaz romance con “El Loco” Valdés.

Eva inicia presentaciones en la XEW en 1949, al lado de Pedro Infante y Pedro Vargas. Hace giras por las Antillas, Norte, Centro y Sur América (México, Cuba, Nicaragua, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina y Brasil) y se enrola en el cine, es así como participa en más de 20 películas, tales como “Si fuera una cualquiera” (1949), “Amor vendido” y “Arrabalera” (1950), “Cárcel de mujeres”, “Mujeres sin mañana”, “Paco el elegante” y “Acapulco” (1951), “Mujeres que trabajan” (1952), “Pistolas de oro” (1957) y “Bolero inmortal” (1958). Durante sus presentaciones en Cuba alternó con Agustín Lara y Consuelo Velásquez. Eva Garza recibió 3 veces el premio “María Grever” a la Mejor Cantante del Año.

En 1965 Eva se casa con el artista argentino Abel Reynosa. Regresa a México y luego inicia una correría artística por el suroeste de Estados Unidos, estando en Tucson su salud se complica y exhala su último suspiro allí. Siempre había pedido que al morir la llevaran a México, deseo que cumplió su familia. Eva Garza fue enterrada en el Panteón Jardín de la Ciudad de México.

Texas rinde un homenaje constante a sus tres grandes artistas: Lydia Mendoza, Rosita Fernández y Eva Garza.

Cuando murió, el periódico mexicano Excelsior se refirió a ella como: “Uno de los mejores diez cantantes de México”. En otra publicación especializada se dijo que eran sus “interpretaciones profundas, cálidas, ricas y persuasivas” ¡Su voz será recordada por siempre!

Medellín, mayo 3 de 2024