Al inicio de su carrera, los Hermanos Záizar grabaron algunos boleros con acompañamiento de órgano y ritmos. Hay quien afirma que ese estilo es similar al del dueto Los Bribones, que incluyeron también el órgano como un instrumento notable en sus grabaciones. Llama la atención que ambos duetos grabaron en sus inicios dos canciones que presentaremos en el programa: “Confidencias de amor”, de Genaro Lombida, y “Devuélveme el corazón”, de Ema Elena Valdelamar. Usted notará estilos similares. El dueto de Los Hermanos Záizar estaban conformado por Juan y David Záizar, nacidos en Tamazula de Gordiano, Jalisco. En 1948, el dueto se trasladó a Ciudad Valles, San Luis Potosí, lugar en donde vivía su hermano y sacerdote Antonio Záizar, fueron cantores de su iglesia logrando perfeccionar la técnica de canto. Juan y David formaron con Daniel Terán y Refugio Calderón un cuarteto llamado Los Cantores del Bosque, se dieron a conocer en la estación de radio local. Posteriormente, los hermanos viajaron a la Ciudad de México, donde Antonio los presentó en la XEW y en la compañía disquera Peerless. En 1951, el dúo de los Hermanos Záizar grabó su primer disco LP logrando penetrar en el mercado de la música vernácula con temas como “Cielo rojo”, “La basurita” y “Cruz de olvido”. En 1958, después de haberse consolidado y de haber grabado 38 discos, David y Juan iniciaron sus carreras como solistas.
Tal como lo apuntamos, también escucharemos “Confidencias de amor” y “Devuélveme el corazón”, en las voces de Los Bribones, dueto formado por Ignacio Irigoyen y Fernando Ocampo. Nacho Irigoyen, nació en Chihuahua, Chihuahua y según lo que se podía leer en algunas portadas de sus discos, era un muchacho dueño de una simpatía arrolladora, siendo un virtuoso del órgano decidió encaminar sus pasos por lo popular y al encontrar en Fernando Ocampo, joven periodista de nobles y sanos sentimientos, el compañero ideal de voz amable y preparada, no lo pensó más y lo invitó a que juntos recorrieran la difícil senda del éxito. Nacho estuvo cantando mucho tiempo aquí en la emisora de radio chihuahuense XEM, nada más que era como incógnito, así lo presentaban porque su papá don Fructuoso Irigoyen le tenía prohibido la cantada, quería que fuera médico, cuenta Benjamín Tena Antillón precursor de la radio y la televisión de Chihuahua. Agrega que Nacho se fue a México a la Escuela de Medicina y allá le salió lo Bribón. Siendo estudiante se incorporó a un grupo de artistas de la misma UNAM que salieron a cantar a Nueva York, él iba como pianista y organista. Cuando regresó a México le habló a su papá y en forma tajante le dijo que dejaba la escuela porque a él lo que le gustaba era la música. Nacho murió en la ciudad de México.
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