Otro intérprete argentino que grabó algunas canciones con alegre toque mexicano fue Alberto Gómez, quien llevó al disco “Negra consentida” de Joaquín Pardavé. Asimismo de Rafael Hernández presentaremos en la voz de Alberto Gómez, la canción “Lamento borincano”. Alberto Gómez fue un cantor impecable, muy popular a través de su participación en el cine argentino, dueño de una voz refinada y con registro de tenor. Sin embargo su fama estuvo acotada al breve lapso de sus películas, a su época de cantor. El tiempo lo fue marginando lenta, pero implacablemente de la memoria popular. Es cierto que buscó otros horizontes y también, como otros grandes solistas de la década del treinta, los años cuarenta lo encontraron recorriendo América Latina con un éxito extraordinario. En 1927, comienza su carrera artística formando un dúo junto a su amigo Augusto Vila (Tito). Actuaron como aficionados en cafés y teatros de Lomas de Zamora, su ciudad natal (región suburbana del Gran Buenos Aires). A mediados de los años 30, Augusto Vila se convierte en manager y así nace su etapa protagónica. Alberto Gómez hace innumerables giras por el exterior, comenzando por Uruguay, donde obtuvo un éxito consagratorio y también por Chile, Brasil, México, Colombia, Venezuela y Cuba, lugares donde fue una y otra vez a raíz del prestigio obtenido. Toda esta labor la realizó entre los años cuarenta y cincuenta, aunque siempre retornaba a Buenos Aires para cumplir compromisos. (Con datos de www.todotango.com).