Sindo Garay nació el 12 de abril de 1867 en Santiago de Cuba, y murió en La Habana, el 17 de julio de 1968. Como cantante tenía una robusta segunda voz de barítono, que contrastaba con su menudo cuerpo. Fue alumno aventajado del trovador santiaguero José Pepe Sánchez, considerado por importantes estudiosos de la historiografía musical de Cuba como “Padre de la Trova Cubana”. En 1879, durante una corta estancia en la ciudad de Guantánamo, compuso su primer bolero, “Quiéreme, trigueña”, dedicado a la joven María Mestre. En 1883 aprendió el oficio de trapecista y acróbata, y descollaba como excelente nadador de cualidades que le permitían cruzar a nado la bahía de Santiago de Cuba llevando información a la insurrección cubana. Esas acciones en nada afectaron su apasionado interés por el cultivo de la canción trovadoresca en importantes tandas de cantadores. Creó en 1888, con mayor cuidado y elaboración armónica, la canción “Germania”, dedicada al pianista Germán Michaelsen, entonces cónsul de Alemania en Santiago de Cuba. Sus dones como artista circense lo llevaron en 1894 a enrolarse en una compañía que viajó a Haití y República Dominicana. En 1900 regresó a la patria para establecerse en su natal Santiago de Cuba. Por esa época compartió su vida de trovador con la de artista circense, y en una escala realizada por el circo en la ciudad de Camagüey, inspirándose en la luchadora cubana Evangelina Cossío, compuso la canción “Evangelina”. En 1903, al viajar por primera vez a la capital cubana, deambuló como trovador por algunos barrios habaneros y frecuentó los portales del histórico café Vista Alegre, enclave de culto para trovadores y poetas de principios del siglo XX. De esa etapa datan sus boleros “A Estela”; “Después de veinte años”; “La Tarde”; “Horas tristes” y “Habana querida”.
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