Programa del 05 de junio de 2015. La Matancera inigualable, escribe Humberto Vélez

Nuestro articulista invitado

LA SONORA MATANCERA: INIGUALABLE

Por Humberto Vélez Coronado

 Artículo en colaboración con Hasta que el Cuerpo Aguante publicado originalmente el 17 de Mayo del 2015 en El Meridiano de Córdoba de Montería, Colombia.

matancera-01La música que acompañó a nuestros abuelos y padres en sus correrías de amor en los años de juventud, la música que enamoró a más de una mujer, el son endiablado, el baile prohibido, el ritmo voluptuoso y la murga que reventó más de una década aún resuena en el presente con la autoridad que solo tienen los clásicos. ¿Cuáles son las circunstancias coyunturales que se dieron para que una agrupación musical de esa magnitud, sin altibajo alguno, gozara de una popularidad a toda prueba durante más de ochenta años ininterrumpidos de ejercicio profesional; y que simplemente desapareció, cuando los huesos de los que la integraron no daban –físicamente- para más? Para responder el interrogante antes planteado y otros más de candente interés para sus seguidores, que se cuentan por miles en distintos países de nuestro planeta, se hace necesario bucear profundamente en las personalidades de quienes en un momento determinado de su larga trayectoria militaron en sus filas, empezando por sus ejecutantes y cantantes, siendo estos últimos, una multitud  que volaron por sus espacios musicales como golondrinas errantes, con excepción de unos cuantos privilegiados, que se mantuvieron como estrellas rutilantes frente a la orquesta: Bienvenido Granda, el más duradero de todos, Daniel Santos, que le cambió para siempre su suerte económica, y por último, la enseña del elenco, la interminable Celia Cruz.

matancera-02Pues si bien hubo otros grupos con suficientes méritos para disputarle la primacía en el gusto popular, dentro y fuera de Cuba, su país natal. ¿Por qué rápidamente se apagaron y hoy yacen en el olvido? Mientras la Sonora Matancera persiste ufana en la memoria del pueblo, sin distingos raciales ni de nacionalidades; y continúa tan campante vendiendo sus discos con el furor del primer día, hasta el punto de producirse clonaciones a su costa que  –cómo rémoras y corales exitosos- , son igualmente acogidas con gran beneplácito por parte del público en la actualidad. Y prosiguen las preguntas: ¿Por qué el feeling matancerómano no nos aburre, sin que importe cuantas veces se escuche, sin que el tiempo haga mella en el deleite que causa, en tanto que otros, con el paso de los años, simplemente se toleran, sin ningún aspaviento? ¿A qué se debió el excelente sonido con que fueron grabadas sus creaciones musicales –base insustituible de sus millonarias ventas- , en una época de muchas deficiencias tecnológicas? Para ser considerada la orquesta más antigua del mundo y registrada como tal por Record Guinnes, a raíz de su fundación el 12 de enero de 1924, debieron alinearse con éxito, una serie de factores  al unísono, en el lugar y en el momento indicado. Entre ellos, muy especialmente  a la visión de un  hombre que fue su alma y nervio, a  Rogelio Martínez, personaje amado por unos y odiado por otros, que con mano férrea la llevó al sitial de  de honor que ocupó durante décadas y que continúa ostentando hasta la fecha.

matencera-03Desde su designación como director, 30 años después de su ingreso oficial, empezó a ejercer una dictadura que benefició en grado sumo al conjunto, como lo ha manifestado en distintas ocasiones Nelson Pinedo, el último de los mohicanos y “la memoria viviente “de la institución, cuando afirma que: “allí nadie más servía para comandar dicha nave, si se tenía en cuenta el genio que se cargaban todos sus tripulantes “: Y a que impuso una disciplina castrense, en donde cualquier desliz se castigaba con severidad, sin la cual no hubiese sido posible el extraordinario éxito profesional que alcanzó. De eso quedaron como ejemplos fehacientes para la historia, los famosos despidos de que fueron objeto Bienvenido Granda y Alberto Beltrán, que no tuvieron retorno, pese las exigencias de los fanáticos, el uno por irse a trabajar sin permiso a Barranquilla y el otro, por pasarse a la competencia, de buenas a primera, luego de grabar con ellos ocho temas, que son los únicos que se le siguen escuchando al Negrito del Batey.

Por otra parte, a que ensayaban todos los días y trabajaban con mentalidad prusiana todas las noches. Y aunque la paga era exigua, hasta cuando arribó Daniel Santos, nada estaba sometido al azar y, como es obvio los resultados saltaron a la vista rápidamente. Al carácter de cooperativa que adquirió desde 1942, en donde las ganancias se repartían equitativamente entre todos sus integrantes en una época en que no había surgido el boom del marqueting, tan común y corriente hoy en día. A un mago de la consola en los estudios de Radio Progreso de la Habana, que se anticipó a su época, inventando técnicas nuevas, para captar un  novedoso sonido, que se convirtió en inconfundible para el oído de miles de adeptos: y aunado también al hecho de prensarse las matrices en un estudio norteamericano. A un arreglista eximio como lo fue Severino Ramos, pese a que nunca se le reconocieron sus invaluables aportes, con fórmulas musicales que nunca repetía, cambiándolas incesantemente en cada número, aunado a un coro de antología integrado por Caito y Rogelio; y así adaptándose de manera magistral  a la personalidad de los innumerables vocalistas que se acodaron en su piano, a la hora de recibir las respectivas instrucciones, en el momento crucial de la creación.

Sonora Matancera - 1928 01A la simbiosis irreductible de Rogelio Martínez y el sello Seeco, que los convirtió en un correlato sin ninguna clase de ambages, hasta el extremo de que no se puede concebir la existencia de la Sonora sin la irrupción de dicha casa disquera. Y es que en honor a la verdad, el encuentro afortunado del gallego con el gringo Sídney Siegel, propietario de una modesta prensadora de acetatos en Nueva York, tuvo el carácter de aura providencial, para el grupo, puesto que marcó su huella icónica, para el resto de la posteridad, de un fenómeno de la cultura popular que ha traspasado fronteras idiomáticas y generacionales. Y por último, a dos trompetistas y a un pianista, fuera de serie, como fueron Calixto Licea, Pedro Knight y Lino Frías, cuyos instrumentos debieron reposar en un museo, como muestras imborrables de lo que fue y ha sido la profesionalidad y el talento del ingenio cubano que no cesa, así pasen los años. Sin olvidar el complemento virtuoso de  los restantes integrantes, a Elpidio Vásquez en el bajo, Manteca Chávez en los timbalitos y yiyo en la tumbadora.

matancera-05Que habría de convertirse en una escuela  exportadora de un formato único: la sonora, compuesto por piezas de un ajedrez musical insustituible, nunca antes conformado con tan beneficioso resultado, que fue rápidamente copiado en distintas latitudes geográficas, a manera de réplicas de un sismo que se sintió en todo el mundo de habla hispana. Entre otras, la Sonora Mexicana en el país azteca, en Venezuela la Sonora Caracas, la Sonora de Lucho Macedo en el Perú, la Sonora Antillana en Colombia y la más  famosa y perdurable de todas: Johnny Pacheco y su tumbao añejo, del cual se desprendería la famosa Fania Oll Star, que va camino a convertirse en el reemplazo generacional de la Sonora, como las dos mejores de todos los tiempos.

El dominicano ha reconocido en más una oportunidad su deuda con la genial agrupación cubana, al manifestar, que cuando pensó en términos de organizar por primera vez un conjunto, el ejemplo a seguir, fue sin duda, la Sonora Matancera, por considerarla la más completa y acabada, desde el punto de vista musical, en cuanto a los ritmos afroantillanos se refiere. El hoy octogenario, un grande que le rinde homenaje a otros grandes, dentro de uno de los más sonoros y exitosos casos de reciclaje musical que perdura en el tiempo, gracias a la fórmula ideada por estos visionarios, hace noventa años.

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